En España, muchos accidentes de tráfico tienen su origen en el mal estado de un vehículo. Es por ello fundamental realizar revisiones periódicas.
Los talleres mecánicos están equipados con una serie de máquinas que permiten el adecuado mantenimiento y la puesta a punto de todos los elementos de seguridad de los vehículos. Desde los neumáticos a las luces, pasando por la señalización y los parabrisas
Entre las revisiones que se deben hacer se encuentra la regulación de los faros. Para ello se utilizan los regloscopios.
También conocido como alineador de faros o verificador de haz de faros, se trata de un aparato que sirve para comprobar tanto la orientación como la intensidad de los faros de un vehículo, para asegurarse de que cumple con un estándar mínimo para la utilización del vehículo en el país para el que se ha homologado el medidor.
El uso más importante de un verificador de faros es testar la alineación de los mismos durante una Inspección Técnica Vehícular.
La ITV está destinada a asegurar que los vehículos que se encuentran en circulación cumplen una serie de condiciones técnicas mínimas que permiten:
Los elementos que se inspeccionan son diez:
Al realizar la revisión de alumbrado y señalización se comprueba mediante el regloscopio la orientación de las luces de cruce y carretera.
Así mismo se comprueba que estén homologados los dispositivos de iluminación y señalización y que tengan el número reglamentario de luces y estén en perfecto estado de funcionamiento todas ellas.
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