Los gatos de elevación son utilizados para la elevación de cargas desde el suelo hasta poca altura. Son imprescindibles en talleres mecánicos y como complemento al transporte de cargas así como para ciertos usos de elevación estática. Hay gatos elevadores hidráulicos y los hay de cremallera.
Los gatos hidráulicos funcionan según el principio de Pascal y se caracterizan por ser muy robustos y fáciles de usar. Son una herramienta ideal para la elevación de cargas de manera segura y práctica y son muy utilizados en el sector industrial para la elevación y posterior transporte de cargas pesadas.
Los gatos de cremallera funcionan por el principio de transmisión mecánica. Se caracterizan por ser duraderos, seguros y fiables, además no requieren mantenimiento. Tienen la ventaja de que su funcionamiento no depende de la pérdida de aceite en su sistema. Son utilizados en el sector industrial y eléctrico, entre muchos otros.
Ambos tipos de gatos elevadores se suelen clasificar por su capacidad máxima de elevación; 1 tonelada o 3 toneladas, por ejemplo. También es importante la distancia a la que pueden desplazar la carga.
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